OBJETIVO: Reflexionar sobre la importancia de comunicarnos con nosotros mismos, para conocernos mejor.

DINAMICA: Vamos a dibujar una muñequita(o)  sencillo en nuestra libreta.

El dibujo deberá ser amplio, ocupando toda la hoja.

Ahora vamos a escribir, paso a paso (se dicta uno por uno) los siguientes puntos:

A la altura de la cabeza… tu mayor deseo

A la altura del corazón… lo que te hace sentir más alegría, lo que te entristece

En la mano derecha… 2 cualidades

 

En la mano izquierda… 2 limitaciones

Al terminar el ejercicio, comentar contigo mismo(a) o con tu grupo de amigos (as) ¿Fué fácil o difícil contestar las preguntas? ¿Para qué sirve este ejercicio?

Cuando hablamos sobre la importancia y el valor de la comunicación profunda para conocer verdaderamente a las personas, esa es la comunicación en la que se hacen a un lado las máscaras y me presento tal como realmente soy.

Ahora preguntémonos… ¿Me conozco a mí misma(o)? ¿Sé qué siento? ¿qué pienso? ¿qué deseo? ¿qué quiero hacer con mi vida?

Es muy probable que la respuesta sea no o muy poco, y no es de asombrarnos! Vivimos tan de prisa, que nunca tenemos tiempo para estar a solas con nosotras mismas. Mas, si yo no me conozco, ¿cómo es posible que los demás me conozcan tal como soy?

¿Cómo puedo conocerme? La única forma es darme tiempo para mí, un rato en que sin interrupciones, pueda meterme dentro de mí y, con mucha sinceridad, me cuestione.. ¿qué pienso? ¿qué siento? ¿qué quiero? ¿qué cualidades tengo? ¿qué defectos? ¿qué quiero hacer con ellos?

Mis cualidades y capacidades necesito conocerlas para aprovecharlas en la vida. No es orgullo ni vanidad aceptar que las tengo! Necesito conocerlas para desarrollarlas!

También conviene que conozca mis defectos, pues muchos de ellos los puedo ir quitando, si yo quiero. Pero para eso, el primer paso es conocerlos y aceptar que los tengo. El ser humano es un ser inacabado… se va haciendo día a día. Así es que no vale decir: Así soy, qué le vamos a hacer… Habrá cosas que no está en mis manos cambiar, y esas hay que aprender a aceptarlas. Recordemos esa oración:

SEÑOR, 

DAME VALOR PARA CAMBIAR LO QUE PUEDA SER CAMBIADO,

FORTALEZA, PARA ACEPTAR LO QUE NO PUEDO CAMBIAR,

Y SABIDURIA, PARA CONOCER LA DIFERENCIA.

 

A veces tenemos miedo de enfrentarnos a nosotras(os) mismas(os), de conocernos tal como somos, y preferimos aturdirnos, rodeándonos siempre de gente, y si llegamos a quedarnos solas(os), prendemos el equipo de sonido o la televisión para no pensar. ¿A que le tenemos miedo?

Para amarme, valorarme y ser auténtica(o), necesito conocerme. No puedo amar lo que no conozco.

Sugerencia de Lectura:

Leer La Parábola de los Talentos. Nuevo Testamento. Mateo, Cap. 25 vers. 14-30

¿Qué se nos quiere decir en esta parábola?

ACTUAR ¿Qué vamos a hacer esta semana para poner en práctica lo aprendido hoy? 

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