Fases:
- Orientarse positivamente delante del problema.
- Definir el problema.
- Idear alternativas.
- Valorar las alternativas y tomar una decisión.
- Aplicar la solución tomada.
- Valorar los resultados.
(1)Orientarse positivamente delante del problema.
Asumir que el hecho de tener problemas es una situación normal e inevitable.
Identificar y reconocer las causas del problema.
Inhibir respuestas anteriores que se ha demostrado que son poco útiles para solucionar conflictos
(2)Definir el problema.
Delimitar y formular el conflicto que se está experimentando.
Buscar los hechos relevantes del conflicto y describirlos de la manera más clara posible
(3)Idear Alternativas.
Producir el mayor número de soluciones alternativas, que aporten la mayor cantidad y variedad posible de opciones
(4)Valorar las alternativas y tomar una decisión.
Valorar críticamente las diferentes soluciones alternativas.
Decidirse por una solución, atendiendo a dos criterios: la consideración positiva de las consecuencias que se deriven y la posibilidad real de realizarla.
(5)Aplicar la Solución Tomada.
Poner en práctica la decisión que se ha tomado: prever los pasos que se seguirán para realizarla, así como los mecanismos de control para valorar la eficacia.
(6)Valorar los Resultados.
Valorar los resultados obtenidos de la solución que se ha considerado la más adecuada. Si no son satisfactorios, se inicia de nuevo el proceso de búsqueda de soluciones.
El conflicto es un fenómeno universal que afecta significativamente a todo el mundo y a todos los ámbitos sociales. De su adecuada gestión dependerá el poder obtener el beneficio de los cambios o el perjuicio que comportan los conflictos no resueltos o mal gestionados.
La forma de ser y actuar de las personas, en definitiva la personalidad de cada uno define una forma de crear y resolver conflictos. Ante los conflictos y también ante la vida en general podemos ser: PASIVOS, AGRESIVOS o ASERTIVOS